Los inquilinos tienen ciertos derechos establecidos en la ley así como derechos que pueden estar consignados en un arrendamiento o contrato de renta. Por ejemplo, un arrendador debe mantener la propiedad en renta en una condición “habitable”, lo que incluye aspectos como cumplir con los códigos de alojamiento, proporcionar puertas y cerraduras adecuadas, así como mantener en condiciones adecuadas los componentes de la calefacción, plomería y electricidad. Los inquilinos también tienen derecho al “disfrute tranquilo” de la propiedad en renta, lo que generalmente significa que el inquilino tiene derecho a una paz y quietud razonables y a disfrutar de la propiedad sin la interferencia de otros. Las leyes estatales establecen cómo un inquilino puede hacer valer estos derechos contra el arrendador.
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