¿Qué pasa si me niego a la prueba de alcoholímetro?
Por Mairim Gomez | Revisado por Joseph Fawbush, Esq. | Última actualización 3 de marzo de 2023
Si un oficial de policía le pide que detenga su automóvil bajo sospecha de que está conduciendo en estado de ebriedad, lo más probable es que le realice exámenes de sobriedad para evaluar su coordinación y concentración.
Si no obtiene un buen resultado en estas pruebas, lo siguiente será solicitarle que sople en un alcoholímetro que medirá la concentración de alcohol en la sangre (BAC, por sus siglas en inglés) y cuyo resultado se utilizará como evidencia en caso de DUI.
¿Puede negarse a este examen?
La respuesta es sí. Usted tiene derecho a rehusarse a la prueba de alcoholímetro, pero tenga en cuenta que todo aquel que solicita y recibe una licencia de conducir en Estados Unidos otorga un “consentimiento implícito” para estos análisis.
Además, negarse al examen no evita un arresto o cargos por DUI pues los oficiales pueden usar como evidencia sus propias observaciones, declaraciones de testigos o el hecho de no haber aprobado los exámenes previos de sobriedad.
A continuación le explicaremos los alcances del examen de alcoholemia y sus derechos como conductor si enfrenta cargos por DUI para que tenga un panorama más claro que le ayude a decidir si aceptar o no la prueba de aliento.
¿Qué es el “consentimiento implícito”?
Según las “leyes de consentimiento implícito“, los conductores aceptan de antemano someterse a una prueba de BAC a cambio del privilegio de conducir. Por lo tanto, si rechaza un alcoholímetro estaría renunciando a sus privilegios de conducción.
Si usted tiene una licencia de conducir emitida en cualquiera de los 50 estados o el Distrito de Columbia, usted otorgó lo que se denomina un “consentimiento implícito”. Esto quiere decir que acepta realizarse pruebas para medir sus niveles de alcohol en la sangre cuando el oficial lo solicite; de lo contrario, enfrentará una sanción que puede incluir la pérdida de la licencia por el tiempo que especifique cada estado.
A pesar de esto, los conductores tienen el derecho de rehusarse al examen de alcoholímetro por diversas razones. Por ejemplo, en New Hampshire, donde el lema es “vivir libre o morir”, el 81 por ciento de los conductores rechazan la prueba de BAC aunque su licencia pueda ser suspendida. En Delaware, al contrario, solo el 2,4 % de los conductores se rehúsa.
¿Cuándo ejercer el derecho a rehusarse?
Negarse al alcoholímetro se ha convertido en una estrategia bastante común entre los conductores, pero ¿es buena idea? Ante todo, debe saber cómo se aplican las sanciones por DUI en el estado donde vive.
Personas que ya han sido condenadas por DUI pueden enfrentar suspensiones o tiempo en prisión aún más largos por oponerse a la prueba. Sin embargo, algunos conductores pueden considerar que la sanción por rechazar una prueba de BAC será menos severa que una tercera o cuarta condena por DUI.
Obtener niveles de BAC mayores a 0.15% puede acarrear una acusación por DWI agravado en algunos estados. En Texas, por ejemplo, si su BAC sobrepasa 0.15% recibirá cargos por un delito menor Clase A con sanciones de hasta un año de prisión y multas de hasta 4 000 dólares.
Si un conductor considera que podría estar lo suficientemente intoxicado como para alcanzar esos niveles de concentración de alcohol, una opción para evitar agravantes y consecuencias más severas puede ser rehusarse al examen del alcoholímetro.
Las consecuencias de negarse
Conducir en los Estados Unidos se considera un privilegio y no un derecho. Debido al consentimiento implícito, explicado anteriormente, los estados pueden suspender o revocar su licencia, imponer multas o incluso encarcelarlo si no se somete a una prueba de BAC.
Si bien las personas tienen derecho a rehusarse al alcoholímetro, si la intoxicación es evidente, esto no ayuda a evitar un cargo por conducir DUI.
Estas son las consecuencias en algunos estados:
- Nueva York. Los conductores enfrentan una suspensión automática de la licencia por seis meses y una multa de hasta $500.
- California. Los conductores reciben una citación por rechazar una prueba de BAC, pero dar su consentimiento para una prueba de sangre después de negar inicialmente el alcoholímetro borrará esa citación.
- Massachusetts. Los conductores reciben una suspensión automática de la licencia de seis meses y una suspensión de por vida por la cuarta infracción de DUI.
- Florida. Primera negativa, suspensión de la licencia de conducir por un año. Segundas o sucesivas negativas son consideradas un delito menor de primer grado con suspensión por 18 meses.
¿De qué se trata la política de “no rechazo”?
Todos los estados tienen leyes de consentimiento implícito; más de la mitad ha adoptado políticas de “no rechazo” para forzar el cumplimiento de las pruebas ante el creciente número de conductores que se rehúsan al alcoholímetro.
Con la implementación de estas iniciativas, los oficiales de policía pueden obtener una orden del juez para obligar al sospechoso a realizarse un análisis de sangre.
En la actualidad, los oficiales pueden utilizar sus dispositivos móviles para obtener órdenes electrónicas del juez. Antes, las órdenes se emitían en papel y mientras los oficiales esperaban a que el juez revisara, firmara y devolviera el documento, los conductores sospechosos volvían a estar sobrios y el caso contra ellos se perdía.
Rehusarse a un análisis de sangre después de emitida la orden puede resultar en cargos severos por desacato. En algunos estados, incluso, los agentes tienen el derecho de emplear la fuerza física para realizar el examen.
En junio de 2016, la Corte Suprema de los EE. UU. dictaminó que, ante la falta de una orden, los estados pueden no pueden considerar como un delito aparte el hecho de que la persona se rehúse a un análisis de sangre.
Algunas leyes estatales hacen una diferenciación entre rechazar una prueba de alcoholímetro móvil y negarse a un examen de sangre, orina o aliento posterior al arresto en una estación de policía u hospital, lo que puede resultar en sanciones más severas.
¿Por qué es importante la asesoría legal?
Ya sabe que aunque tiene el derecho a rehusarse a la prueba de alcoholímetro tomar esta decisión puede traer consecuencias.
Cuando existen condenas previas por DUI, las sanciones por manejar nuevamente bajo los efectos del alcohol suelen ser graves; asesorarse con un abogado de DUI experimentado le ayudará a saber cómo proceder si un oficial le detiene bajo sospecha de estar conduciendo ebrio y qué puede suceder si se niega a soplar el alcoholímetro.
Si ha sido acusado de conducir en estado ebriedad, un abogado de defensa puede determinar si el control era legal o no y cuáles son las opciones legales disponibles para su caso, especialmente si se rehusó a un examen de concentración de alcohol en sangre. Muchos abogados hacen consultas de forma gratuita o por una tarifa mínima.
Si bien más de la mitad de los estados tiene la autoridad legal para promulgar iniciativas de “no rechazo” a las pruebas, no todos las utilizan activamente. Algunos estados permiten que los conductores se comuniquen con un abogado antes de decidir qué prueba química tomar después de ser detenido en un punto de inspección. Para obtener más detalles, consulte las leyes de su estado y jurisdicción local.
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