La mayoría de la gente alguna vez ha escuchado hablar de “invocar la quinta,” pero quizá no sepa qué significa. La frase hace referencia a la Quinta Enmienda de la Constitución de los Estados Unidos: “invocar la quinta”, o “apegarse a la quinta enmienda”, o “me acojo a la quinta enmienda” se refiere a solicitar el derecho contra la autoincriminación.
La Quinta Enmienda forma parte de la Declaración de Derechos que garantiza ciertas protecciones a la persona acusada de un delito o que participa en un procedimiento legal. La protege de lo siguiente:
Cuando la mayoría de la gente se imagina un arresto, tienen la idea de un oficial diciendo:
“Tiene derecho a permanecer en silencio. Cualquier cosa que diga puede y será usada en su contra en un tribunal judicial”.
Esta declaración también otorga derechos al detenido y junto con el derecho a tener un abogado se conocen como los Derechos Miranda, que surgieron en 1966 con el caso Miranda vs. Arizona procesado por la Corte Suprema de Justicia de los EE. UU.
Los Derechos Miranda también se fundamentan en la Quinta Enmienda contra la autoincriminación y el derecho a un abogado expuesto en la Sexta Enmienda.
Toda esta información debe ser dicha por los oficiales a los sospechosos una vez arrestados y antes de que la policía los interrogue. Incluso, puede rehusarse a responder preguntas si no tiene un abogado presente, especialmente si sus respuestas pueden dar lugar a cargos penales.
También es muy importante saber que, si no está informado de sus derechos antes de los interrogatorios policiales, las respuestas que dé pueden considerarse involuntarias. Por lo tanto, es significativa la presencia de un abogado que pueda ayudarlo durante el proceso legal.
Existen diferencias entre el derecho penal y civil. Los acusados y testigos, tanto en casos civiles como penales, tienen la opción de no testificar en los tribunales. Este derecho también se aplica durante las audiencias del jurado de acusación, las deposiciones y otros procedimientos.
Los acusados en casos penales gozan de las protecciones que les brinda el derecho contra la autoincriminación de la Quinta Enmienda. Pero los testigos también pueden rehusarse a testificar en algunos casos, si su testimonio pudiera llevarlos a enfrentar cargos penales, incluso pueden negarse a informar sobre cargos que no estén relacionados con el caso.
No obstante, a diferencia del acusado, los testigos pueden ser obligados a testificar por medio de una citación judicial. Los testigos además no renuncian completamente a sus derechos cuando se ponen de pie, estos pueden optar por no responder o no a determinadas preguntas.
Por ejemplo, si un testigo que vio un asesinato cuando entraban a la casa de la víctima y si el testigo responde las preguntas sobre dónde se encontraban o qué estaban haciendo en el momento del asesinato, las respuestas pueden conducir a cargos penales. En ese caso, el testigo puede negarse a responder esas preguntas específicamente, y puede decidirse por contestar otras sobre el crimen.
Si bien los acusados pueden optar por no testificar en el tribunal o responder a preguntas incriminatorias, no pueden rehusarse a la recolección de muestras de huellas digitales o ADN, del cabello o la saliva, por ejemplo.
Ningún tipo de evidencia se considera testimonial, y el derecho contra la autoincriminación de la Quinta Enmienda solo se aplica a la evidencia comunicativa.
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