Los cinco tipos de lesiones más comunes en accidentes automovilísticos

Los accidentes automovilísticos son la causa principal de lesiones en los Estados Unidos. Cerca de 2.5 millones de personas sufrieron lesiones en los más de 6 millones de accidentes de tránsito reportados en 2021, según datos de la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en Carreteras (NHTSA, por sus siglas en inglés).

Si bien las lesiones ocasionadas en choques varían según la situación y las personas involucradas, hay algunas más comunes que otras. Entre ellas se encuentran:

• contusiones cerebrales traumáticas
• distensiones y torceduras de espalda
• latigazos
• fracturas y golpes
• sufrimiento emocional

A continuación, encontrará una descripción general de las lesiones frecuentemente documentadas en casos de accidentes de auto.

Lesiones en la cabeza

Las lesiones en la cabeza no solo son de las más graves; también constituyen unas de las más frecuentes. Impactar contra el tablero, el volante o las ventanas durante un choque a velocidades relativamente lentas puede provocar:

• moretones;
• raspones;
• laceraciones profundas.

Si el golpe se produce a alta velocidad, puede causar además problemas de audición, la pérdida de la visión y fracturas de cráneo.

En accidentes graves, las personas pueden sufrir lesiones craneales cerradas que dañan los líquidos y el tejido del cráneo. La severidad de ese tipo de lesiones cerebrales traumáticas puede variar de una contusión leve (la más común) a un daño cerebral peligroso, el estado de coma e incluso la muerte.

Estas lesiones, dependiendo de su gravedad, suelen requerir atención médica por un tiempo prolongado y un tratamiento extenso, que puede acarrear en las víctimas dificultades financieras importantes.

Lesiones en la espalda

Las fracturas en las vértebras, las hernias discales, las torceduras, los esguinces y el daño en la médula espinal son algunas de las lesiones más comunes en la parte baja de la espalda. Una hernia discal puede causar problemas como:

• sensaciones de hormigueo
• entumecimiento
• dolor en piernas y brazos
• debilidad muscular

El daño en la médula espinal es más grave y puede afectar seriamente los nervios, reducir el control y la sensibilidad en brazos, piernas, pies, manos y otras partes del cuerpo. A veces, una lesión en la médula espinal puede generar una parálisis.

Lesiones en el cuello y el pecho (latigazo)

El latigazo tras un accidente automovilístico es posiblemente la lesión más conocida. Ocurre como consecuencia de un movimiento repentino en el que se estiran los ligamentos, los músculos del cuello y la parte superior de la espalda, de tal manera que los tejidos suaves resultan dañados. Otras lesiones frecuentes son el dolor, la hinchazón e incluso la parálisis temporal de las cuerdas vocales.

Los choques traseros son los que más producen este tipo de lesión. La razón es que el impacto envía el cuerpo de los ocupantes del vehículo hacia delante, pero la cabeza permanece fija.

Las lesiones en el pecho más comunes tras un choque son los moretones y las contusiones. Sin embargo, pueden presentarse otras más serias como:

• rotura de costillas
• colapso de los pulmones
• hemorragias internas
• daño en los órganos

El paro cardíaco traumático también es un riesgo para las personas que padecen cardiopatías.

Todos los pasajeros pueden experimentar lesiones de este tipo porque la fuerza que la colisión ejerce sobre los cuerpos los comprime contra los cinturones de seguridad. Los conductores también corren el riesgo de sufrir golpes en el pecho con el volante.

Fracturas y otras heridas corporales

Cuando los ocupantes se golpean con otros objetos dentro del vehículo pueden sufrir moretones, cortes y raspones en brazos, manos, pies y piernas.

Las extremidades de los pasajeros también pueden golpear contra la puerta que tengan al lado, contra el tablero o el asiento que tengan enfrente, causando hematomas, fracturas, heridas o torceduras.

La gravedad de estas lesiones puede ser mayor si hay mucha pérdida de sangre y se requiere sutura.

Sufrimiento emocional y lesiones psicológicas

Las secuelas después de un accidente automovilístico no siempre son visibles. Las personas pueden experimentar ansiedad y estrés en determinadas situaciones, especialmente tras un accidente en automóvil. Aunque la mayoría de las personas supera estos problemas con el tiempo, otras pueden desarrollar lo que se conoce como trastorno por estrés postraumático (TEPT).

El TEPT es una afección psicológica que provoca que las personas revivan intensamente sus traumas de forma repentina y recurrente, causando fuertes reacciones emocionales. Quienes sufren de este trastorno pueden distanciarse de su familia o amigos (aislamiento social) y presentar problemas para dormir como pesadillas, entre otras situaciones que les impiden llevar una vida normal.

La psicoterapia y medicamentos son algunos de los tratamientos más comunes para el TEPT y otras lesiones psicológicas después de un accidente de tránsito.

¿Presenta alguna de estas lesiones producto de un choque?

Si sufrió lesiones en un accidente de tránsito por la conducta negligente, maliciosa o imprudente de otros, es recomendable contar con ayuda legal. Si desea obtener una compensación por las secuelas físicas o psicológicas, hable con un abogado con experiencia en accidentes automovilísticos.

Las leyes sobre compensación por lesiones personales varían de un estado a otro, un abogado local experimentado en accidentes le puede responder preguntas sobre su caso en particular y guiarlo durante todo el proceso legal.

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