Cómo identificar y evitar engaños, estafas y fraudes en Black Friday y Cyber Monday

Por Mariana Petersen, LLB | Revisado por Vaidehi Mehta, Esq. | Última actualización 8 de noviembre de 2023

Apenas termina el Día de Acción de Gracias, llega la temporada favorita de muchos aficionados a las compras. Mientras que muchas ofertas son realmente convenientes, otras son una mentira. Sin ánimos de desalentarte a disfrutar del viernes negro y el lunes cibernético, en este post te alertaremos sobre posibles estafas, fraudes o engaños que podrías sufrir.

Un dato importante: la Comisión Federal de Comercio (Federal Trade Comission o FTC en inglés) informó que los consumidores sufrieron un aumento en pérdidas por estafas de más del 30 por ciento respecto al 2021. Ten en cuenta la información que compartiremos a continuación para no convertirte en un número para esta estadística en el 2023.

Estafas, engaños y fraudes

En el día a día usamos estos términos como sinónimos, aunque la palabra técnica utilizada por la ley es “fraude”. 

El delito de fraude (fraud en inglés) puede desembocar en cargos civiles y penales, y la gravedad de las consecuencias para el acusado dependerá del tipo de fraude, el número de víctimas y el monto en cuestión.

La palabra estafa (scam en inglés) es un término casual usado en general para referirse al fraude, aunque otros actos que pueden ser considerados “estafas” también podrían ser caratulados como falsificación o hurto, por ejemplo. 

El fraude puede ser un delito penal o civil. Una demanda civil ganada contra estas empresas con actividades fraudulentas implicará cese de la actividad, multas y restitución monetaria para las víctimas.

En la ley civil, las estafas o fraudes se litigan por la representación errónea de un hecho, o lo que podría considerarse una mentira o promesa falsa. Esta puede ser intencional (cuando alguien miente a propósito) o negligente (cuando alguien no fue lo suficientemente cuidadoso de asegurarse de desglosar toda la verdad). La víctima debe haber sufrido un daño como resultado de dicha promesa.

Dentro del ámbito penal, el fraude debe haber sido intencional. Existen distintos tipos de fraude como de bancarrota, tarjeta de crédito, seguros de salud, etc. y las penalidades por este delito pueden incluir tiempo de prisión o probation.

Lo más común en cuestión de compras en Black Friday o Cyber Monday son fraudes de relativamente menor gravedad, es decir, estafas y engaños en los que la víctima compra un producto bajo condiciones que no eran las que esperaba y da su información a voluntad. Estas transacciones fueron autorizadas por el comprador, aun cuando la víctima fue engañada por la letra chica. Aun así, también pueden ocurrir delitos de mayor gravedad como, por ejemplo, robo de identidad (en inglés).

Engaños comunes de viernes negro y lunes cibernético

Los hay de diferentes formas y gravedad. Empezando por vendedores reales que ponen “sorpresas” en la letra chica hasta estafadores que simulan ser representantes de ciertas compañías. Muchos de estos engaños implican alguna forma de “phishing”. Esta práctica suele involucrar emails que puedes estar esperando.

Los estafadores se hacen pasar por compañías grandes que muchos compradores utilizan para aparentar ser ellos y que des clic en su correo electrónico con enlaces fraudulentos que tomarán tu información o instalarán malware con ese propósito. Usarán nombres como FedEx, Amazon, Ebay, UPS, Google, Netflix, Facebook, el Servicio de Impuestos Internos (IRS en inglés), PayPal, bancos, Harbor Freight, Microsoft o el Servicio Postal Estadounidense. 

El phishing puede usar distintos métodos como instarte a hacer clic en un link o instalar un programa o extensión de navegador. Hay distintos nombres para diferentes métodos de phishing, por ejemplo “vishing” cuando este engaño es perpetrado por una llamada de voz, o smishing si es por SMS.

He aquí algunos clásicos de compras engañosas, o directamente falsas:

  • Suscripciones indeseadas: Una buena oferta puede esconder suscripciones automáticas en la letra chica que te debitarán un importe todos los meses.
  • Cargos adicionales: Similar a la suscripción indeseada, una compra en oferta puede mostrar un precio falso, aclarando en la letra chica que se cobrará la “totalidad del precio” del producto en futuras cuotas o si no devuelves el producto en cierto tiempo.
  • Sitios web falsos: Algunos delincuentes crean sitios web falsos que se asemejan a los originales y tienen una dirección similar. Por ejemplo, el mismo nombre, pero terminan en .co en vez de .com. Esto se llama “typosquatting”.
  • Caridad falsa: También por medio de emails o sitios web fraudulentos, los delincuentes posan como instituciones de caridad pidiendo donaciones.
  • Cupones y tarjetas de regalo falsos: Implican ofertas con imitaciones de “gift cards” y cupones con grandes descuentos de famosas compañías, que en realidad no existen. Los ofrecen a través de redes sociales, correos electrónicos o páginas falsas.
  • Envío falso: A menudo por medio de “smishing” (SMS), una compañía fraudulenta envía un mensaje de texto anunciando el envío o la imposibilidad de envío de un paquete que no existe, con un link para que “actualices” tu información.
  • Imposibilidad de procesar el pago: Simulan ser de una compañía que los consumidores usan con regularidad como Netflix o Amazon y afirman que su pago no se pudo procesar y necesitan los datos de tu tarjeta.
  • Verificación de cuenta: Piden tu información personal para “verificar tu cuenta” y “darte mayor protección”.
  • Orden falsa: Similar al delivery o envío falso, solo que te envían un número de confirmación de orden haciendo que la compra parezca legítima.

Cómo evitar ser estafado

  • Corrobora que el sitio web esté actualizado (que muestre la fecha actual al pie de la página), con datos de contacto y que sea realmente del vendedor de tu elección. Algunos estafadores crean sitios web similares con una dirección apenas diferente a la del vendedor real (por ejemplo, que termine en .co en vez de .com). Una buena forma de protegerse es ingresar al sitio web que deseas por una búsqueda en tu navegador en lugar de ingresar la URL manualmente para evitar errores de tipeo.
  • Tómate el tiempo de leer los términos y condiciones. Son largos, pero muestran la verdad.
  • Haz una búsqueda rápida de la compañía y la palabra estafa, fraude, o en inglés scam, scheme o fraud a ver qué sale. Mucha gente reporta en foros a compañías fraudulentas.
  • No des los datos de tu tarjeta de crédito a nadie que diga ser de Google, Netflix, Facebook, UPS, el Servicio de Impuestos Internos (IRS en inglés), PayPal, bancos, Harbor Freight, Microsoft, Amazon u otra compañía grande que te llame. En general, no compres de nadie que te llame a ti, inicia el llamado tú mismo si compras por teléfono para asegurarte de que efectivamente te estés comunicando con el comerciante.
  • No hagas clic en correos electrónicos con enlaces promocionando ofertas o productos gratis. Chequea de qué dirección electrónica provienen. Un clásico ejemplo es cuando un email dice ser de una compañía y su dirección termina en @gmail.com u otra en vez del nombre de la compañía.
  • No instales extensiones de navegadores o programas que te pidan para “activar” ofertas, puede ser una forma de ciberdelito para obtener tu información.
  • Usa tu tarjeta de crédito de ser posible, no la de débito.
  • Revisa los extractos de tu tarjeta periódicamente.

Lo que puedes hacer si sufriste un engaño leve

  • Contacta al comerciante apenas te enteres de la “sorpresa” con la letra chica. Aun cuando estas sorpresas dan a entender que uno no está tratando con una compañía honesta, en muchos casos cancelan la suscripción indeseada o devuelven el importe debitado de tu tarjeta si les devuelves el producto. Tu compañía de tarjeta de crédito seguramente te preguntará si intentaste comunicarte primero directamente con el comerciante antes de hablar con ellos, así que empieza por este paso. Claramente, esto aplica a engaños leves del tipo “letra chica” (como suscripciones o cargos extra) con transacciones autorizadas, no a fraudes graves. Si sufriste un engaño por una compañía fraudulenta que se hizo pasar por otra, de ninguna manera deberías contactarlos.
  • Si el comerciante no responde o se niega a reintegrarte el dinero o reemplazar un producto defectuoso, acude a tu compañía de tarjeta de crédito y pide disputar el cargo, y cancelar posibles futuros débitos de este comerciante. Los bancos deben investigar el asunto y rechazar retiros no autorizados.
  • El tercer paso si ni el comerciante ni la compañía de tu tarjeta te dan una solución es hacer un reclamo ante el BBB (Better Business Bureau u Oficina Pro-Honradez Comercial). Te recomendamos ponerte en contacto con un abogado con experiencia en cuestiones de fraude al consumidor.

A nivel legal, hay buenas noticias: la ley de Facturación Justa del Crédito da 60 días de protección a consumidores para reclamar el reembolso desde que se facturó la compra.

Además, el BBB también afirma que es ilegal esconder términos que sean clave en la letra chica.

Como siempre, es mejor prevenir que curar. Ahórrate el dolor de cabeza de tener que disputar cargos por una compra que no era lo que parecía y evalúa la oferta, el producto y la compañía antes de sacar tu tarjeta.

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