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¿El horario de verano afecta los índices de delincuencia?

Por Vaidehi Mehta, Esq. | Revisado por Mariana Petersen, LLB | Última actualización 7 de noviembre de 2023

El pasado fin de semana, los noctámbulos y los dormilones tuvieron su momento de victoria: la mayoría de los estadounidenses pudieron dormir una hora más gracias al horario de verano. Llevamos más de un siglo retrasando los relojes una hora cada otoño. Pero ¿sabías que es un tema controvertido? Hoy en día, muchos consideran que el horario de verano es anticuado e innecesario, y piden que se ponga fin a esta práctica. Otros, en cambio, afirman que aporta diversos beneficios.

La mayoría de los estados usan el horario de verano, con dos excepciones: Arizona y Hawái. Estos estados tienen sus propias razones para no hacerlo. Arizona es el estado más soleado, mientras que Hawái tiene una latitud tropical que hace que la duración de la luz diurna varíe muy poco entre invierno y verano. Además, ninguno de los territorios de EE.UU. usa el horario de verano, incluidos Guam, las Islas Marianas del Norte, Puerto Rico, las Islas Vírgenes de Estados Unidos y Samoa Americana.

En los últimos años, más de la mitad de los estados de EE.UU. han propuesto leyes para poner fin a esta práctica, pero ninguna de ellas ha sido aprobada. Cada estado o territorio puede decidir si lo implementa o no. No existe ninguna ley federal que obligue a los estados o territorios a usar el horario de verano, pero el gobierno nacional ha intentado aprobar una ley de este tipo.

La “Sunshine Protection Act” fue una propuesta de ley presentada en el Congreso el año pasado que haría obligatorio y permanente el horario de verano en Estados Unidos. El Congreso ha examinado la ley varias veces en los últimos años, incluso este año.

A medida que avanza el debate sobre la DST (Daylight Savings Time), es posible que te preguntes: ¿cuáles son los pros y los contras? Uno de los puntos que citan los partidarios de esta práctica es que supuestamente mejora la seguridad pública y reduce los índices de delincuencia. Como somos un blog jurídico, vamos a explorar este argumento.

La hora correcta para el acto incorrecto

En 2012, la Universidad de Stanford revisó los datos del Sistema Nacional de Informes Basados en la Incidencia (“National Incidence-Based Reporting System”) para ver cómo afectaban los distintos periodos de luz diurna a la probabilidad de ser detenido por delitos.

Los datos mostraron que los índices de robos disminuyeron una media del 51% tras la implementación de la DST en primavera. También mostró grandes descensos en otros delitos declarados: un descenso del 48% en los asesinatos declarados y un descenso del 506% en las violaciones declaradas. La disminución fue más significativa durante la hora de luz del atardecer, que habría sido la oscuridad sin el horario de verano. Así pues, Stanford concluyó que la causa del cambio se debía a la cantidad de luz diurna, y no a otros factores como la presencia policial. Utilizando el cálculo del “coste social de la delincuencia”, el estudio estimó que, en 2007, la aplicación del horario de verano produjo un “ahorro” de 558 millones de dólares anuales en “costes evitados”.

El estudio también investiga por qué la luz del día afecta a los índices de delincuencia. ¿Es simplemente más difícil cometer un delito cuando está oscuro? — No, se estima el contrario. Las pruebas sugieren que los delincuentes son disuadidos de cometer delitos porque piensan que es más probable que los descubran a la luz del día. A partir de ahí, el estudio sugería que invertir en alumbrado público podría tener los mismos efectos que mantener el horario de verano.

Prórroga del horario de verano en 2007

En 2007, la Ley de Política Energética (“Energy Policy Act”) de 2005 prolongó el horario de verano. El objetivo de la ampliación era ahorrar energía. Se calculó que la ampliación del horario de verano ahorraría mucha energía: unos 1.300 millones de kilovatios/hora al año, que es la cantidad de energía que consumen 100.000 hogares al año.

Además del ahorro energético, también se afirmaba que la ampliación de la DST reduciría los accidentes de tráfico y la delincuencia. La ley citaba estudios que demostraban que la DST estaba asociada a un descenso de los robos y las muertes por accidentes de tráfico.

Más tarde, un estudio de 2015 publicado en The Review of Economics and Statistics analizó el impacto de la prórroga de 2007. Se encontró una disminución del 7% en los robos, con el mayor impacto (27%) durante las horas del atardecer directamente afectadas por el cambio en la luz del día. Se calcula que la prórroga llevó a un ahorro de 59 millones de dólares anuales gracias a los robos evitados.

Un estudio de la Brookings Institution y la Universidad de Cornell señaló que la mayoría de los delitos callejeros se cometen cuando mucha gente vuelve a casa del trabajo (entre las 17.00 y las 20.00 horas). Se sugirió que, posiblemente, al reajustar nuestros relojes en primavera y añadir más luz durante esas horas, las víctimas potenciales podrían identificar las amenazas más fácilmente, y evitarlas con mayor facilidad. Además, esa luz añadida permite a las víctimas ver mejor a sus agresores y les ayuda a identificar a los delincuentes.

¿Son mayores las ventajas que los inconvenientes?

¿Es esta una razón suficiente para implementar el horario de verano? ¿Qué hay de los efectos negativos que conlleva esta práctica? Hay varios argumentos en contra de la DST. Los que quieren acabarlo argumentan que los riesgos para la salud, la seguridad pública y los costes económicos de esta práctica superan los beneficios potenciales.

Los opositores señalan que los datos sugieren posibles riesgos negativos para la salud. Sostienen que el cambio podría alterar los patrones de sueño y los ritmos circadianos, lo que puede provocar varios problemas de salud, como infartos de miocardio, accidentes cerebrovasculares, diabetes y depresión. Y, a pesar de las supuestas razones de eficiencia energética para aplicar el horario de verano, algunos datos muestran que esta práctica puede provocar una disminución de la productividad y un aumento del consumo de energía.

Aunque podría disminuir el índice de delincuencia, los datos muestran que el horario de verano aumenta el riesgo de accidentes. Los estudios han demostrado que, en las semanas posteriores al cambio durante la primavera, aumentan los accidentes de tráfico y las lesiones laborales. Una teoría es que esto se debe a la privación de sueño y a la alteración de los ritmos circadianos.

Pero los datos no son muy sólidos y los pocos estudios de que disponemos arrojan resultados dispares. Los estados y el gobierno federal siguen discutiendo a favor y en contra de esta práctica, y probablemente lo sigan haciendo durante algún tiempo. Por ahora, sin embargo, la práctica no va a desaparecer en la mayor parte del país.