¿Qué es un tutor ad litem?
Un tutor ad litem es designado por un tribunal a fin de representar los mejores intereses del hijo. Cualquiera de los progenitores puede solicitar que un tutor ad litem sea designado para su hijo, o el tribunal puede designar un tutor ad litem para el hijo. Aunque algunos estados requieren que un tutor ad litem sea un abogado, otros tribunales estatales designarán tutores ad litem que no sean abogados, pero que tengan entrenamiento especializado. El papel de un tutor ad litem es investigar y recomendar los arreglos para la custodia y/o visitación del hijo que sean para satisfacer sus mejores intereses.
La investigación efectuada por el tutor ad litem típicamente no es tan extensa como la que efectúa un evaluador de la custodia, pero incluye entrevistas con los progenitores, los hijos, y cualquier otro miembro relevante de la familia, prestadores de cuidados, o maestros que tengan frecuente contacto con el hijo. El tutor ad litem también investigará los antecedentes penales de ambos progenitores, así como información relacionada con cualquier queja que los progenitores tengan entre sí. Por ejemplo, si la madre se está quejando de que el padre no debe visitar al hijo durante la noche debido a que está utilizando drogas, el tutor ad litem puede recomendar que el tribunal ordene una prueba de las drogas para uno o ambos progenitores. Igualmente, si un progenitor se queja de que el otro no se asegura de que se haga la tarea escolar del hijo, o que el hijo llegue a tiempo a la escuela, el tutor ad litem revisará los reportes de la escuela del hijo y los registros de su asistencia a la misma y quizá hará un seguimiento con los profesores o consejeros.
El contacto entre el tutor ad litem y el hijo con frecuencia dependerá de la edad del hijo. Es muy probable que el tutor ad litem simplemente observe la actitud de los hijos jóvenes con cada uno de sus progenitores. Por otra parte, los hijos mayores tendrán la oportunidad de hablar con el tutor ad litem acerca de sus preocupaciones, deseos y necesidades. Aunque un tutor ad litem aboga por los mejores intereses del hijo, sin embargo, no necesariamente aboga por lo que los hijos quieran, lo que puede ser muy diferente.
Un tutor ad litem tiene la facultad de entregar información escrita al tribunal, hacer visitas a la casa, y citar bajo pena en caso de no comparecer, a testigos durante las audiencias del tribunal. En cualquier audiencia relativa a la custodia o visita del hijo, el tutor ad litem es un testigo importante, y típicamente entregará recomendaciones por escrito al tribunal, previamente a la audiencia, para que sean revisadas por todos. Aunque no se requiere que el tribunal siga las recomendaciones del tutor ad litem, las mismas pueden tener un gran peso ante el juez.
Aunque un tutor ad litem es designado por el tribunal, éste puede ordenar a uno o ambos progenitores que contribuyan a los costos que implica la contratación de un tutor ad litem, los cuales puede ascender a varios cientos de dólares. Sin embargo, su costo es mucho menor que el que se pagaría a un evaluador de la custodia.
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