El delito de lavado de dinero, también conocido como lavado de activos o blanqueo de capitales, es un método para esconder cómo alguien ganó dinero proveniente de actividades ilícitas. Este delito suele ir acompañado del crimen organizado, delitos de cuello blanco, actividades terroristas y tráfico de drogas.
Este artículo trata sobre las leyes federales que controlan el lavado de dinero en los Estados Unidos.
Es importante entender que las acusaciones de lavado de dinero son siempre secundarias a las de un delito principal. Es decir, el lavado de activos viene después del delito, pero es el método que se usa para ocultar que el dinero vino de actividades delictivas. Por lo tanto, también es un crimen.
Para entender mejor el lavado de dinero, sirven ejemplos concretos:
Casi siempre, el lavado de dinero cumple tres pasos para hacer que este parezca que vino de un negocio legal.
Con el tiempo, las leyes federales han ido refinando la definición de lavado de dinero. Ahora también incluyen:
A continuación, presentamos las principales leyes que intentan combatir el lavado de dinero en los EE. UU.
La Ley de Secreto Bancario aplica a bancos e instituciones financieras, y les exige:
La ley de control de lavado de dinero prohíbe que los individuos o entidades lleven a cabo transacciones financieras con fondos que vienen de actividades criminales con la intención de:
Esta ley veta los esquemas de blanqueo de dinero internacionales, prohibiendo el transporte de fondos de actividades criminales desde o hacia los Estados Unidos.
Para comprobar un caso de lavado de dinero, el gobierno no tiene que demostrar que el dinero estaba ligado a una actividad criminal en específico. La fiscalía solo debe probar que el acusado sabía que los fondos venían de actividades ilícitas.
Si la persona es culpable, la sentencia puede ser de hasta 20 años de prisión, además de multas de hasta el doble del dinero que se blanqueó, y confiscación de las propiedades compradas con el dinero producto del delito.
El gobierno federal también ha intentado hacer frente al tráfico de drogas por parte del crimen organizado.
La ley antidrogas de 1988 ha expandido la definición de “entidades financieras” para incluir a concesionarios de coches y a personas que se encargan de llevar a cabo transacciones de bienes raíces.
Estos negocios suelen manejar grandes cantidades de dinero en efectivo, por lo que constituyen opciones atractivas para que una organización criminal canalice sus recursos de procedencia ilícita. La ley obliga a estos negocios a verificar la identidad de compradores que gasten más de $3 mil.
La ley de estrategia de lavado de dinero y delitos financieros del año 1998, requiere que los bancos desarrollen capacitaciones para sus investigadores.
También exige que el Departamento del Tesoro desarrolle una estrategia nacional y cree grupos de trabajo, para concentrar los esfuerzos de la policía en las áreas donde el lavado de dinero es más prevalente.
Este artículo pretende ser útil e informativo, pero los asuntos legales pueden llegar a ser complicados y estresantes. Un abogado calificado en lavado de dinero puede atender a sus necesidades legales particulares, explicar la ley y representarlo en la corte. Dé el primer paso ahora y póngase en contacto con un abogado calificado en lavado de dinero cerca suyo para hablar sobre su situación jurídica particular.